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Alguna vez te ha pasado que te conformas con lo que usas para tu cuerpo, para alimentarte, para vestirte, porque sencillamente es lo que venden, ¿lo que encuentras en el mercado?

Me ha pasado, con muchas cosas en realidad, pero no llego a identificarlo, a reconocerlo, hasta que llega ese día que a la mayoría nos llega y empiezas a cuestionarte ¡hasta eso!

Probablemente sea la edad (son 41 ya) lo cierto es que estoy viendo que viene también una generación de chicos que ya tienen el chip “eco” en su cabeza, con ganas de hacer las cosas diferentes, esto aunado a una creciente tendencia que tenía que surgir porque sí, porque este desastre climático y terrestre que hemos creado ya nos obliga, a pensar en opciones distintas, amigables, sustentables y más naturales para crear, producir y consumir prácticamente todo lo que necesitamos.

Pero enfoquemos esta situación en lo que día a día colocamos en nuestro cuerpo que tanto debemos cuidar. No sin antes aclarar que al hablar de cosméticos, nos referimos a todo, absolutamente todo lo que nos colocamos en nuestro cuerpo, desde el enjuague bucal hasta la crema para peinar.

Te paso este dato para que te des una idea, según la activista y especialista en químicos Annie Leonard, menos del 20 por ciento de los químicos utilizados en los productos de belleza en Estados Unidos han sido analizados. Si eso es en Estados Unidos, qué podemos esperar para el resto; el caso es que en esos análisis y “aprobaciones” de productos para ser usados en la fabricación de cosméticos hay muchos intereses económicos, lamentablemente el jugar con la salud del consumidor es algo que para muchos es el “pan nuestro de cada día”.

Ok si, pero no nos metamos en asuntos tan polémicos, más bien miremos qué opciones tenemos entonces para no colocarnos todos esos químicos nocivos que a la larga pueden ser causantes de cáncer, asma, migrañas, problemas hormonales y hasta de reproducción.

Como decía hace unas líneas atrás, la tendencia de la Cosmética Natural y Ecológica llega para “salvarnos” un poco.

Existen muchísimas casas, artesanos que como en Mandarina Care, trabajamos con ingredientes que provienen de árboles, hojas, plantas, frutas y vegetales, aprovechando al máximo sus propiedades para convertirlos entonces en una opción diferente para ti.

¿Qué productos puedo encontrar en la cosmética ecológica?

Uff hoy en día ¡un montón! Jabones, limpiadores faciales, mascarillas faciales, exfoliantes, champú, acondicionadores, sérum capilar, cremas faciales, contorno de ojos, bálsamo labial, crema, lociones y mantecas para el cuerpo, desodorante para axilas, pies, crema de dientes, enjuague bucal, son algunos, sin contar con el maquillaje natural que también está creciendo en consumo.

¿Qué debería de cuidar a la hora de comprar alguno?

  • Que usen ingredientes naturales obviamente.
  • Que no sea testada en animales.
  • Que usen embalajes respetuosos: recicladas y/o reciclables.

Y finalmente ¡Cuidado con la palabra Natural y Bio!

Por supuesto hay muchos que se aprovechan de éstas para engañar y hacerse pasar por productos naturales cuando en realidad enmascaran alguno o varios de sus ingredientes.

Así que no solo te conformes con leer la etiqueta del champú en el supermercado que dice “Natural”, “Orgánico”, o “Bio”, investiga un poco más allá y ¡lee los ingredientes!

El cambiarse a esta nota más natural, sin hacer daño a terceros, como dice nuestro lema, es un proceso que se lleva a cabo pasito a pasito, pero es algo totalmente factible y para qué negarlo, muy reconfortante, el saber que al menos adquiriendo productos así, reducimos nuestra huella al planeta, a la fauna y finalmente a nosotros mismos.

La invitación es a que te unas y seas vocero un poco también, nuestro cuerpo y planeta lo piden a gritos.